Encontrándome hace una semanas una amiga me dijo viera la película Comer,Rezar, Amar, tenia tiempo con ganas de verla, pero no había podido; con la llegada de las vacaciones por las fiestas, y después de un 25 viendo películas viejas decidí descargarla.
Hoy después de tantos problemas técnicos la vi, y tenia razón!!!, claro que me sentí reflejada,yo me considero un ave errante, un trotamundo que por momentos he sentido que encontré mi lugar, pero la vida me llevado a descubrir ciertos lugares y personas que me han dejado por ganas de más. ¿Cuántas veces nos hemos planteado que hice? Qué hago con mi vida? ¿Qué quiero? ¿A quien quiero?, ¿Dónde vivo?Creo que problema seria no hacérselas, la vida es como la marea, va y viene, en nosotros esta aprender a navegar, hay muchos mares, rojos, negros, azules, verdes,fríos, cálidos, unos mas cristalinos que otros, pero un final son mares; ellos no van a cambiar, eso lo hace divertido e interesante, que tengamos opciones. No esta establecido que donde nacimos es nuestro lugar, solo de allí partimos, nos da una guía un punto de inicio y a la vez un lugar donde volver.
Yo particularmente siempre vi la vida como escalones, que a medida que se suben se van obteniendo triunfos y/o logros de toda índole, pero en este momento de mi vida lo veo más como el mar, no se si porque extraño el Caribe, el olor y las mareas, pero mi asociación va más por los vaivenes de la vida. Volviendo a la película, tres lugares marcaron su vida y la ayudaron a encontrarse, ¿Fueron los lugares, el momento o las circunstancias? Desde mi punto de vista fueron las tres cosas que suplieron una necesidad, el hecho de necesitar AIRE y del TIEMPO para ordenar las ideas. Yo no se si en este momento de mi vida escogería tres lugares, creo que sumaria o escogería una zona de un continente, primero me iría mi casa a mi querida Caracas a rencontrarme con mis afectos, viajaría a Ecuador a ver a unas amigas(sin que se moleste el resto), pero creo que escogería recorrer latinoamérica, partiría sin tiempo y con mochila desde Buenos Aires pasando por la cordillera mendocina rumbo a Chile y de allí subiría. Lo haría sola, así podría meditar y admirar cada paisaje, disfrutar de cada silencio y sonidos que ofrece cada espacio. Por lo pronto me queda poco tiempo comprometido en Buenos Aires, y estoy retomando viejas pasiones, viejos gustos, oficios y hobbies olvidados, por lo momentos es la embarcación que aprendí a utilizar en esta marea. Ya les seguiré contando por esta vía. besos,
domingo, 2 de enero de 2011
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MI YU me encantó ese relato, NECESITO Y QUIERO VER ESA PELICULAAA..
ResponderEliminarBESOS AMIGA
Monik.