Hace
poco encontré un libro que me regalaron que no recordaba haber leído, entre
otros que me entregaron mis amigos o por un anterior trabajo en Venezuela me
regalaban muchos libros. La lectura es un hábito que he tratado de mantener,
sobre todo porque lo disfruto mucho, te traslada a lugares y épocas
inimaginable; a crear rostros de los personajes y sus espacios. Te da una
sensación diferente a la del cine, otra afición, pero en estos momentos estoy
más literaria.
Con
respecto al libro que encontré fue La historia Interminable de Michael Ende, lo
que más me llamo la atención fue su dedicatoria. No recuerdo porque no termine
de leer el libro, seguro por falta de tiempo, ese año me dieron muchos libros o
será porque ya vi la película, pero al releer la dedicatoria, me despertó las ganas de volver
al empezar.
Gabriela Gil-Castaldo, una de mi ex pasantes, la cual me lo regalo, escribió lo siguiente: “cuando me pregunte…¿qué regalarte? Pensé en un libro, es algo que dura para siempre. Lo que leemos suele ser eterno. Ahora, pero ¿Cuál libro?, pensé en Benedetti, Neruda y hasta de Sopa de Pollo para el Alma…pero ¿Por qué no leer algo diferente?
Decidí compartir contigo uno de mis libros favoritos. Aprendí mucho de él…solamente hay una condición para leerlo…tienes que volver a ser un niño, pensar y vivir el libro como tal…no creas que es fácil, no todos pueden hacerlo…pero una vez que lo logras es increíble lo maravilloso que suele ser escaparnos de esta monótona y estresante cosa que llamamos realidad…y sumergirnos en el mundo de los sueños.
Así que te regalo este pedacito de fantasía para que dejes salir a esa niña en tu interior y te escapes a ese sitio donde todo esta permitido, el mundo de la imaginación, sin límites…interminables como esta historia”
La
verdad regalar un libro es algo muy personal, queda para siempre y la
dedicatoria aun más; por lo general no se regala por regalar (a menos que la persona
te lo haya pedido), amén que todos los
regalos tiene una intención que es agradar al agasajado. Cuando escoges un
libro sabes que le gusta el autor, el tema o prefieres uno que quieres
compartir, y eso son los que más me gustan; los hace doblemente especial. Te
invita a descubrir un autor nuevo, una nueva historia y compartir con algo con
esa persona que te lo obsequio.
Me puse a pensar y a pocas personas les regale un libro, hoy se me
ocurren dos que aparte son partes de mis afectos, y en ambos casos la
dedicatoria llevo un sentimiento adicional, la cual espero haberlos
transmitido.
Regalar
un libro sin dedicatoria no es lo mismo, le falta un ingrediente. Definitivamente
rencontrarme con mi vieja biblioteca me
trago tantos gratos recuerdos, me motivo nuevamente a la lectura, me hizo recorrer mi historia a través de los
libros y sus dedicatorias, emprender nuevas aventuras, un placer que solo se
puede plasmar en hojas.
0 comentarios:
Publicar un comentario